Ir al contenido principal

El comienzo

 Hola a todos y todas. 

Yo soy X, por motivos personales mi nombre y mi edad permanecerán en el anonimato, pero podéis llamarme X BOY.

Hace tiempo llevo pensando en este proyecto y al final me he lanzado, porque cada vez que veo una noticia de bullying y de como se afronta, pienso que no se toman las medidas adecuadas. ¿Cómo lo sé? Yo he sufrido Bullying. Así que desde la seguridad de mi casa, de mi anonimato y de mi pantalla, voy a contar mi historia. Voy a contar porqué estoy roto, como me rompí y cómo aun trato de salir de ese miedo, inseguridad y recomponerme.

Durante mi historia, veréis fallos que he cometido yo, fallos que han cometido otras personas de los cuales no diré nombres, y soluciones que se pudieron tomar, y no sé tomaron.

Con suerte, este proyecto llegará a la suficiente gente para evitar que este tipo de cosas sigan pasando en un futuro, y nadie más acabe roto como yo.

Para aquellos que os sintáis identificados y paséis por las mismas situaciones que yo. Mucha fuerza y mucho ánimo. Para los que os sintáis identificados con las personas que provocaron estas situaciones... Bienvenidos al mundo de las personas a las que dañasteis.

Para los que si lo leéis descubrís quien soy, bienvenido al mundo de mis sentimientos y descubrirás lo que significaste para mi.


Mi historia comenzó cuando iba al jardín de infancia. Seguro que la mayoría no recuerda nada sobre esos años, pero yo sí. Por algo estoy roto. Son los años en los que nos empezamos a desarrollar, se empieza a forjar nuestra personalidad y sobre todo, los miedos que vamos a tener que superar en el futuro.

En mi caso, me crié en un pueblo pequeño de Murcia. Los que vivís en un pueblo ya sabéis lo que eso implica, pero para los que no, os explico. Vivir en un pueblo pequeño implica que todo el mundo se conoce, que todo el mundo sabe a lo que se dedican tus padres, y que siempre hay alguien que por un motivo u otro, tiene más dinero que tú y siempre va a presumir, porque ven que los padres lo hacen e imitan su comportamiento. Yo que además empecé siendo algo más pequeño que el resto, pues fui un blanco fácil.

Recuerdo que ese momento, yo lloraba mucho para ir al colegio. Recuerdo además que me despertaba y preguntaba a mis padres si estaba lloviendo, porque no quería ir al colegio. También recuerdo como mi maestro trataba de protegerme.

Recuerdo como niños se metían conmigo por el trabajo de mi madre. Recuerdo sentirme abandonado porque mi madre era la única trabajadora y no podía venir a las excursiones como las otras madres, o ayudar con las manualidades de clase.

Fue entonces, cuando empecé a usar la frase en mi cabeza de “no está mal estar solo”. Como pone en el título de esta entrada, fue el comienzo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La historia de una persecución.

 Todos pensamos que somos débiles. Creo que incluso la persona más fuerte piensa que es débil, pero lo que el ser humano puede aguantar, emocionalmente, es incomparable. Si seguís leyendo, os daréis cuenta de que es a lo que me refiero.  Hoy solo voy a contar el principio de porque empecé a callarme y no contar las cosas a nadie. Recuerdo muchas más cosas que me pasaron siendo pequeño. Palizas que me pegaron, veces que me persiguieron... Son varias cosas. Hoy voy a contar una persecución. En todos los colegios hay gente chunga, ¿no? Sobre todo si vemos películas americanas en los que los chicos de zonas de baja reputación pues llevan navajas al colegio, se juntan en pandillas en las que son los matones. Tristemente esas cosas pasan de verdad. En mi colegio, cuando yo estaba en segundo de primaria llegó una chica de otro país. Al principio yo me llevaba muy bien con ella, fuimos pareja en el Carnaval, y era divertido tener una amiga así. Era la primera desde que mis otros tres amigos de

Como empezaron a aplastarme.

 Como podéis imaginar, nadie se acuerda completamente de como pasó los días de su. Infancia. Todos matenemos los recuerdos que de una forma u otra nos marcaron. Segur que recordáis momentos clave, pero no los días al completo. Eso me pasa a mi. Cuando tenía 5 años mis padres me regalaron una caja de herramientas. De estas de juguete para niños. Me acuerdo muy bien de mi caja de herramientas, me encantaba. Era verde, de plástico duro, con dos cajoncitos amarillos en la parte de arriba, el agarre amarillo y el cierre amarillo, como he dicho, me encantaba mi caja. Lo que llevaba dentro de la caja, variaba. Recuerdo que me gustaba tanto que a veces la usaba de mochila. Cuando iba a casa de mis abuelos llevaba ahí mis deberes,  mi estuche y mis juguetes. Incluso en algunas excursiones para el colegio me llevaba la caja. Aquí quiero hacer una pregunta a todos los padres que hay, por si alguno lee esta entrada y quiere contestarme, porque a día de hoy sigo sin entender el porqué pasó un día d