Todos pensamos que somos débiles. Creo que incluso la persona más fuerte piensa que es débil, pero lo que el ser humano puede aguantar, emocionalmente, es incomparable. Si seguís leyendo, os daréis cuenta de que es a lo que me refiero. Hoy solo voy a contar el principio de porque empecé a callarme y no contar las cosas a nadie. Recuerdo muchas más cosas que me pasaron siendo pequeño. Palizas que me pegaron, veces que me persiguieron... Son varias cosas. Hoy voy a contar una persecución. En todos los colegios hay gente chunga, ¿no? Sobre todo si vemos películas americanas en los que los chicos de zonas de baja reputación pues llevan navajas al colegio, se juntan en pandillas en las que son los matones. Tristemente esas cosas pasan de verdad. En mi colegio, cuando yo estaba en segundo de primaria llegó una chica de otro país. Al principio yo me llevaba muy bien con ella, fuimos pareja en el Carnaval, y era divertido tener una amiga así. Era la primera desde que mis otros tres ...
Como podéis imaginar, nadie se acuerda completamente de como pasó los días de su. Infancia. Todos matenemos los recuerdos que de una forma u otra nos marcaron. Segur que recordáis momentos clave, pero no los días al completo. Eso me pasa a mi. Cuando tenía 5 años mis padres me regalaron una caja de herramientas. De estas de juguete para niños. Me acuerdo muy bien de mi caja de herramientas, me encantaba. Era verde, de plástico duro, con dos cajoncitos amarillos en la parte de arriba, el agarre amarillo y el cierre amarillo, como he dicho, me encantaba mi caja. Lo que llevaba dentro de la caja, variaba. Recuerdo que me gustaba tanto que a veces la usaba de mochila. Cuando iba a casa de mis abuelos llevaba ahí mis deberes, mi estuche y mis juguetes. Incluso en algunas excursiones para el colegio me llevaba la caja. Aquí quiero hacer una pregunta a todos los padres que hay, por si alguno lee esta entrada y quiere contestarme, porque a día de hoy sigo sin entender el porqué pasó...